Taurinamente viste poco declararse partidario de los toreros de valor y raza, pero este tipo de torero, está demostrado, son necesarios para la fiesta, ya que a su amparo se multiplicaron los carteles para que pudieran demostrar su arte otros diestros. Pero no nos equivoquemos, el valor es la medula de la fiesta, sin el, ni impera la raza de algunos, ni resplandece el arte de otros. Sin el valor necesario no hay posibilidad de ser torero, ni de arte ni de casta.

En el toreo moderno solo hay dos caminos para ser gente, por uno se llega rápidamente, pero este hay que regarlo con la propia sangre, y el otro, mas "duradero y seguro", el de buen gusto, pero aún así se quedan sin llegar al final de la meta que inician ambos caminos..... de ahí surge el afirmar que el ser figura de la toreria es todo un milagro. Yo personalmente, respeto a todos los aficionados, de uno u otro corte, porque los gustos por ambos recorridos del torero, deben implicar al menos, respeto.

Decía un cronista de principio del Siglo XX, que Reverte movía mas las taquillas que El Guerra, y que Belmonte mas que Joselito, y ambos por sus continuas visitas al hule, pero no le dio tiempo a explicar es que con el devenir del tiempo, los dos, tanto el trianero como el del pañuelo, llegaron a ser dioses del torero, cimentando su clasicismo y revolución en su primigenio valor.

Es el ejemplo mas claro que hay para demostrar que a los que denominan buenos toreros, en base a su raza, terminaron toreando bien, que es lo que hacen los llamados de arte; pero ambos son valientes....., no se les olvide.

Volviendo a las referencias de periodistas antiguos, uno dijo en cierta ocasión que la quietud es la dueña y señora de la fiesta, ante ella se rinden todos, hasta el Banco de España, pero no dijo que esa quietud se basa en un pilar fundamental, el valor.

En definitiva, y para resumir, yo diría que cuando el toreo emana emociones y sensaciones, de una una u otra clase, no es preciso entenderlo ni conocerlo, conmueve igual al erudito que al profano, y pone a todos de acuerdo.

No se si con este editorial, donde he querido explicar algo sobre el valor de los toreros, les ha quedado clara la definición, si no es así, procuren preguntar, o mejor vayan a ver a un torero de valor, de afición sin limites y reventado a cornadas muy serias, afición y valor le sobra, lo tiene demostrado, y torear bien lo está asimilando y consiguiendo..... es de Jerez y se llama Juan José Padilla.

Paco Moreno
Abril 2001